Algunas de las características son sus Niveles de Facturación, los diferentes rendimientos que se tienen ya sean respecto a los activos fijos puestos en juego en el negocio o a los rendimientos sobre las inversiones. Otras razones, de las que siempre se piensan cuando hablamos de valor, son el Activo que dispone la Empresa y su localización geográfica.
Pero hay otra característica, de la cual personalmente considero las más importante, que es la relacionada con el gerenciamiento: el Management de la Empresa o sea quien la conduce y de que manera, esta es realmente una de las características que mayor peso tiene en el momento de valorar a una Empresa.
Y qué hace a un buen conductor de la Empresa?, que hace a un buen gerente para que yo pueda diferenciarla tanto y darle mayor valor a esa Empresa?
Pareciera una pregunta difícil de responder cuando estamos acostumbrados a valorar únicamente la ubicación del campo, su tamaño, el valor de la infraestructura y de los equipos que se dispone para trabajar.
Sin embargo cuando encontramos en el Management de la Empresa a alguien que es capaz de:
- Comunicar qué es lo que quiere y escuchar lo que los demás están opinando.
- Respetar a sus empleados y hacer que ellos se sientan una parte importante de la actividad.
- Brindarles a sus empleados una remuneración acorde a su desempeño.
- Alinear su visión hacia un resultado en conjunto con la Empresa.
- Darles a los empleados, tanto a jóvenes como a mayores la oportunidad.
- Proveerles a los empleados de los conocimientos y herramientas que ellos necesitan para sus actividades.
- Delegar responsabilidades.
- Enseñarles a los empleados acerca de los problemas de seguridad que se tienen el negocio agropecuario.
- Fijar planes y crear expectativas.
El valor agregado por un liderazgo en conducción es capaz de conseguir resultados asombrosos, superiores al que la tecnología puede darnos.
Claro está que estas capacidades humanas junto a una orientación a los modelos de las actividades técnicas propias del sector agropecuario potencia aún más a la Empresa permitiendo una mayor competitividad en el negocio traducida como la habilidad de adaptarse a la evolución del Mercado, pudiendo satisfacer por su competitividad las cambiantes necesidades de los clientes.